La libido se concentra, esta vez, en el televisor. La fuente del placer está ahí adentro y, cuando lleguen al clímax, van a festejarlo con gritos de gozo. Con gritos de gol. Fútbol y caricias resultaron una combinación tentadora para muchos tucumanos que, esta mañana, decidieron ver el partido de la Selección desde una tribuna especial: la habitación de un hotel alojamiento.
Se levantaron temprano, eligieron su más provocativa ropa interior y entraron en el auto, seguros de que en el lugar de destino encontrarían privacidad y un televisor. "Sí, es verdad, cuando juega Argentina hay más clientes -reconocé José, encargado de un albergue ubicado sobre la ruta 9-. La cantidad de consultas e ingresos aumenta hasta un 60 %". 
El hombre señaló a LA GACETA que se da cuenta de que la gente acude a ver el partido por la hora a la que llegan (hoy, un poco antes de las 8.30). "Generalmente, en este horario suele haber clientes, pero no la cantidad que tuvimos esta mañana. Otro dato atípico es que se incrementan de manera considerable los pedidos de bebidas alcohólicas", manifestó.
José agregó que, por la privacidad que impera en los moteles, no es posible saber si llegan solos, en pareja o con amigos. "Creo que la mayoría viene con sus cónyuges; no es usual que se venga en grupo", indicó. LA GACETA ©